sábado, 7 de julio de 2007

Resumen de nuestra investigacion Fondecyt 05/06

Nuestra investigación reconoce el valor pedagógico que la práctica del profesorado comprometido con un proyecto educativo social, político y cultural tiene para el cambio educativo escolar y la reivindicación del gusto por aprender; de allí nuestro interés por investigarlos. Los definimos como "buenos profesores(as)", cuya expresión no es ingenua ni falaz sino que tiene claras implicaciones éticas y profesionales y sintetiza la necesidad imperativa de impulsar un cambio radical en la cultura escolar capaz de recuperar la importancia y trascendencia sinérgica de la profesionalidad docente. Creemos que los "buenos profesores" pueden y deben ser referentes para otros, no solo nominativamente sino develando la potencia epistemológica explicativa de su práctica cotidiana, sobre todo porque en muchas escuelas se fracciona el conocimiento y se enseña y se aprende sin creatividad ni encantamiento. Nos interesa mostrar las relaciones educativas que establecen con la pedagogía para resituar el sentido de la acción educativa, y satisfacer la necesidad de líneas orientadoras para la práctica docente. Antes que definirlos como eficaces o exitosos, nos interesa entender qué experiencias personales y sociales les han permitido ser buenos profesores, cómo se han construido históricamente y por qué y para qué continúan siéndolo. Nuestra intención no se limita a dar cuenta del deber ser del profesor ni mucho menos otorgarle un perfil único y excluyente, ni elaborar otra lista de metáforas, sino a develar algunas de sus principales complejidades. Nos interesa investigar a los "buenos profesores" para revitalizar los planes y programas de la Formación Inicial de Profesores, para la formación permanente, y para que los profesores de aula puedan encontrar información relevante y pertinente para la reflexión personal y la toma de conciencia sobre el rol que nos compete como seres humanos, profesionales y ciudadanos críticos de nuestra sociedad. Sobre todo, porque hay tantos profesores que no creen en su propio trabajo, que han desgastado sus esperanzas en la escuela y ya no creen que sus alumnos pueden aprender y que ellos pueden disfrutar con su trabajo.

Trabajamos con Historias de Vida de profesores de escuelas y colegios de Iquique, La Serena, Santiago y Temuco, de Chile, bien evaluados desde el Ministerio de Educación por su calidad docente, para identificar sus comportamientos típicos, por lo que, obviamente, solo nos es posible señalar tendencias y no conclusiones definitivas y válidas para cualquier profesor. Sin embargo, dado que la cultura escolar favorece el desarrollo de un ethos específico de prácticas pedagógicas, es altamente probable, casi inevitable, encontrar a otros profesores que se ajusten con flexibilidad a esos patrones. Las consecuencias de las acciones que repercuten en el ámbito educativo escolar, justifican la conveniencia de investigar sus Historias de Vida, dado que las acciones no terminan en el pasado, pues se proyectan y tienen sentido en el presente y permiten vislumbrar los frutos que posiblemente cosecharán en el futuro. Nos compete encontrar nuevos referentes epistemológicos para que la Reforma educativa se acerque realmente al aula y otros profesores puedan movilizarse críticamente, y dar nuevos significados, nuevo lenguaje y nueva visión a la práctica pedagógica, para trascender las meras declaraciones formales y dar paso a acciones concretas que las materialicen en el aula. Dado que el proceso educativo es paradojal, nuestra investigación contribuye a la escuela con aquellos elementos simples y complejos a la vez, constituyentes de la identidad profesional de los "buenos profesores(as)" para compartir significados a través del diálogo y del debate. Hacer pública la riqueza vivencial de los “buenos profesores” permite sistematizar, desde “dentro” del profesor y de su rol en la escuela, el aporte sustancial que hacen al proceso educativo. Consideramos de poco valor y sentido, si queremos mejorar la educación y no sólo la escuela, seguir investigando sobre tópicos escolares habituales: perfeccionamiento de los docentes, mejora de la inversión, evaluación del rendimiento escolar, etc., pues aquello no transforma paradigmáticamente nuestra concepción de la escuela como institución educacional. En este sentido, evaluar a los profesores es importante, como debe hacerse con todo profesional; sin embargo, la relevancia se diluye si la evaluación se centra en aspectos escolares y no educativos. Lamentablemente, no se interroga por el tipo de escolarización al que generalmente nos referimos. Se destina gran cantidad de recursos para mejorar la formación inicial del profesorado, para perfeccionarlos en servicio, se otorgan premios y reconocimientos al desempeño de profesores y escuelas, se realizan pasantías de docentes dentro y fuera del país, se invierte en el mejoramiento físico de la infraestructura escolar, etc. Sin embargo, la calidad va por otro lado. Creemos que los aportes de los buenos profesores nos abre un camino de estudio relevante para repensar las reformas educativas desde lo que realmente hacen los profesores en el aula y desde quiénes son esos profesores que con su historia personal permean cualquier aprendizaje.

3 comentarios:

Silvia López de Maturana Luna dijo...

Espero recibir comentarios para seguir tejiendo redes pedagógicas que nos acerquen y estimulen permanentemente. Silvia

Liliana dijo...

totalmente de acuerdo con lo expuesto,y quizas mi comentario les sirva para plantear otro problema a investigar,
soy educadora de párvulos,cesante y en variadas entrevistas de trabajo ,me he podido dar cuenta de lo mal pagadas y valoradas que nos encontramos en el mundo laboral,siendo que somos las primeras formadoras,he visto colegas que trabajan por remuneraciones minimas,con la autoestima tan dañada,por que en muchos colegios priman los contactos politicos para obtener trabajo,o bien las personas de planta que por no poseer las condiciones para jubilar,se mantienen en un sistema impidiendo que nuevas profesionales se establezcan laboralmente.

Bertha Sarmiento Bautista dijo...

Bertha Sarmiento
Silvia: La cantidad de iformación que tuviste que reducir para extraer tres ideas que nos permiten comprender tres genes culturales incorporados en la vida de muy buenos docentes. Ambientes aunque no ricos económicamente ricos cultural y afectivamente, es decir, LA NO DEPRIVACIÓN SOCIAL Y AFECTIVA produce RIQUEZA CULTURAL Y AFECTIVA.
En segundo lugar la TRASCNEDENCIA E INTENCIONALIDAD que nos han dejado personas significativas en nuestras vidas, despierta admiración y son un faro que nos conduce a buscar INTENCIONALIDAD Y TRASCENDENCIA.
AMOR, AMBIENTE LETRADO, ADMIRACIÓN POR OTRO.
Una de las preguntas que genera tu investigación es: si estas actitudes se reproducen en el aula, tendremos buenos estudiantes, buenas personas y serán las bases para el compromiso en cualquier otra profesión de servicio?

Los felicito por la página, trasciende las fronteras.
Desde Colombia un saludo, un abrazo y un sentimiento de admiración.